Recordando vivencias de mi niñez que quiero compartir.
Recuerdo una niñez tranquila, con carencia pero mucho afecto y amor. Recuerdo una niñez donde mi madre procuraba a capa y espada mantenernos saludables y alejados de las necesidades, donde no faltaba un plato de comida, pero sí un par de zapatos, que se heredaba de un hermano mayor o un familiar. Una niñez donde un dolor de estómago era tratado con un té de manzanilla (utilizado para casi todas las dolencias) o un resfriado con una limonada caliente endulzada con miel, que bajo protesta me hacían tomar. Y qué decir de la yema de huevo con vino tinto para el sistema inmune?, había que hacer malabares para tragarlo de un solo intento, o de los apestosos baños de vinagre que nos daba mi madre después de un día de sol, según ella para sacar el calor del cuerpo, y si había quemadura entonces nos embarraba el cuerpo con aloe de vera, nada que siempre la vieja tenía un haz bajo la manga cuando se trataba de remedios, pero lo más simpático era que nunca había estudiado medicina y más maravilloso aún eran los resultados. ¡Esa guajira es sorprendente!
Muchos son los recuerdos que me invaden, aún siento en mi piel los fomentos de tomillos tibios para sanar un impétigo que nos azotó a mis hermanos y a mí, en el verano de 196… No recuerdo con exactitud la fecha, pero si el alivio que nos trajo, o las tantas veces que me hicieron mascar romerillo para la garganta o comer pescado antes de cualquier examen, porque según mi madre tenía fósforo y era bueno para la mente. ¡Cuando miro en retrospectiva solamente me queda admirar más a mi vieja, cuan acertados eran sus remedios!!!
Vivencias de mi adolescencia asoman a mi mente, mi primer dolor menstrual tratado con un jarabe de anís, ¡Waoo!! ¡Cómo me gustaba!!!! O los lavados de cabeza con la flor de majagua para tener el cabello más oscuro, y el tratamiento de cebolla en la cara de mi hermano para tratar su acné.
Cuanta sabiduría hay en los pueblos liderados por las madres y abuelas, estoy seguro de que muchos son los que tienen estos recuerdos.
Nunca pensé que volvería a curarme de mi herpes, me diagnosticaron herpes genital desde julio del año pasado, hasta que un día investigué en Internet donde vi a alguien que dio testimonio de cómo el Dr. Ogala lo ayudó a curar su herpes. con su medicina herbal natural, me sorprendió mucho cuando vi el testimonio, y también tengo que contactar al médico herbal (Ogala) para que me ayude. Me envió su remedio y me curé por completo dentro de las 2 semanas de tomar el remedio. Estoy muy agradecida con este hombre porque me ha devuelto la salud y me ha hecho feliz de nuevo. Cualquier persona que pueda estar enfrentando el mismo problema o cualquier enfermedad de transmisión sexual debe comunicarse con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com o WhatsApp +2349123794867
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