Porque comprar y consumir cápsulas de vitaminas cuando en las frutas y vegetales encontramos más que vitaminas, tal es el caso de la vitamina C.
Cuando consumimos una naranja, limón o un pomelo no solo nos beneficiamos de su vitamina C, también lo hacemos con sus azúcares, su fibra, sus minerales y otras vitaminas presentes en ella en resumen nos beneficiamos de todos sus componentes. Las vitaminas son más efectivas cuando se toman en su estado natural.
La naranja estimula las defensas contra las infecciones y es protectora de las arterias por lo que no debería faltar en la mesa de toda persona que esté pasando por una enfermedad infecciosa o que desee prevenirlas. El consumo de vitamina C no nos hace inmune a los resfriados y gripe pero ayuda que este proceso infeccioso sea menos intenso y de corta duración.
El consumo habitual de naranjas, incluyendo la pulpa y cáscara blanca se asocia con el nivel reducido de colesterol y la presión arterial baja, sin olvidar que contribuye a vencer el estreñimiento y alivia las hemorroides.
Además, gracias a su alto contenido en magnesio, facilita el proceso de la digestión, aliviando los dolores de estómago porque actúa como un analgésico natural. Además es una fruta que ayuda a combatir el colesterol por su contenido en fibra, flavonoides y beta-caroteno.
En la cáscara de la naranja podemos encontrar una cantidad significativa de vitamina C, nutriente que puede ayudarnos a fortalecer el sistema inmunitario para facilitar el alivio de las enfermedades respiratorias. Está, en unión con sus antioxidantes y minerales, ayuda a controlar la congestión para reducir la tos además del exceso de moco. Las cáscaras de naranja son una fuente importante de fibra dietética, nutriente que apoya la digestión.
Estas ayudan a mejorar el movimiento del intestino y, de paso, actúan como diurético y desintoxicante.
Ingredientes
La cáscara de una naranja
1 taza de agua (250 ml)
Preparación
Primero, corta la cáscara de naranja y ponla a hervir en una taza de agua. Cuando llegue a ebullición, retirarla del fuego y deja que repose entre 10 y 15 minutos.
Modo de consumo
Ingiere una taza de té cuando tengas síntomas de indigestión.Tómala como preventivo cuando consumas platos irritantes o copiosos.
El delicioso aroma que liberan estas cáscaras nos ayudan a neutralizar los malos olores que se quedan retenidos en el calzado.
Si combinamos su ralladura con un poco de bicarbonato de sodio podemos obtener un desodorante casero contra las bacterias y el olor desagradable.
Ingredientes
2 cucharadas de ralladura de cáscaras de naranja (20 g)
3 cucharadas de bicarbonato de sodio (30 g)
Preparación
Extrae la ralladura de las cáscaras de naranja y mézclala con el bicarbonato de sodio.
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